El vidrio reciclado es un material excelente para sustituir a la arena de sílice en todo tipo de procesos de filtrado de agua. Desde desaladoras a piscinas, pasando por todo tipo de instalaciones de depuración de aguas residuales (EDAR), filtración de agua potable (ETAP), sistemas de riego, etc.
El vidrio filtrante tiene una cualidad que lo hace único y es la ausencia de porosidad. Si bien es cierto que algunos materiales porosos alcanzan una calidad de filtración muy grande cuando son nuevos (arena de sílice, zeolita, antracita, etc), también es cierto que esa misma porosidad se convierte en cobijo para la materia orgánica que prolifera muy cómodamente en este tipo de productos. La proliferación de materia orgánica está en el origen de la compactación del medio filtrante, lo que con el tiempo nos obliga a sustituirlo por material nuevo.
Ventajas del vidrio filtrante:
- Mayor durabilidad.
- Ahorro de agua de contralavados.
- Ahorro de productos químicos para la desinfección y el balance de pH.
- Ahorro de energía eléctrica en el consumo de la bomba.
- Menor pérdida de carga = Mayor rendimiento hidráulico.
El color del vidrio no supone ningún tipo de diferencia en su capacidad de filtrado o en su durabilidad. Filtra igual el vidrio verde que el vidrio blanco, sin embargo, un vidrio multicolor nos indica su procedencia de resíduo urbano, lo que conlleva la posibilidad de que la masa filtrante contenga impropios (material no vítreo) en los que pueda proliferar la materia orgánica, y contaminantes.
Por último, pese a lo que hayas podido leer al respecto sobre algún producto en particular, el vidrio es un material aislante que impide el libre movimiento de electrones por lo que es imposible aplicarle una carga eléctrica permanente.